Cuando se habla del Celo del Potro se refiere al primer estro que tiene la yegua luego de tener una cría, y es que esta especie tiene la capacidad natural de poder concebir una nueva preñez en los primeros días luego del parto.
El Estro, también conocido como Celo, es el momento donde la yegua acepta el macho y puede reproducirse; tiene una duración aproximadamente de 5 a 7 días en promedio.
Según Blanchard y col., 2003, el celo del potro se lleva acabo con un desarrollo folicular normal y una ovulación antes de los veinte días post parto; concluyendo así lo prematuro que es el primer estro en las yeguas luego del nacimiento de su cría.
De acuerdo con Patrick M. McCue 2019, las yeguas normalmente entran en este estado de celo de seis a ocho días después del parto; siendo el promedio entre el día del parto y la ovulación de diez a doce días, sin embargo, en algunos casos pueden llegar a ovular de siete a ocho días post parto, o catorce a quince días después del parto y se considera clínicamente normal; lo expuesto nos sugiere realizar un monitoreo ecográfico antes de realizar cualquier servicio, para poder verificar si aun la yegua no ha ovulado.
Cuando la ovulación en la yegua recién parida tiene lugar antes del día décimo post parto, tienden a tener una tasa de preñez más baja que cuando la ovulación se da después del décimo día. Siendo esto aplicable de igual forma para la tasa de pérdida embrionaria. Comenta Brinsko et al., 2010; que la posible razón del aumento de posibilidad de preñez luego del día décimo es debido a que histológicamente el endometrio tiene una apariencia normal al día catorce post parto.
Objetivos de el Celo del potro
El objetivo de lograr una preñez en el llamado momento de Celo del potro es poder obtener una cría anual de dicha yegua; es por ello la importancia para algunos criadores de conseguir una preñez lo más temprano posible. Si se le deja pasar el primer celo a la yegua luego existirán dos posibilidades para servirla lo antes posible, una sería a los 30 días aproximadamente post parto cuando la yegua venga con su segundo celo, o que el día 17 post parto se le administre una dosis de prostaglandina para inducirle el celo y adelantarse antes del día 30. Se recomienda el monitoreo ecográfico para conocer la situación del tracto reproductivo.
Al saber que una yegua esta cercana a su fecha de parto se debe preparar el equipo de trabajo para chequear el nacimiento, y ya desde ese momento ir analizando las posibilidades de servir a la yegua en el primer estro.
Una de las consideraciones que se debe hacer para servir una yegua recién parida y saber si califica, es estar seguro de que haya tenido, un parto normal, es decir, que no haya sido distócico, que no haya habido retención de placenta, ni ningún tipo de secreciones bulbares o cúmulo exagerado de fluido en el útero.
Existen diversas metodologías para aumentar la tasa de fertilidad en estos casos de periodo temprano post parto. Las yeguas tres meses antes de llegar a término son expuestas a luz artificial; con la intención de que no entren a un estado de inactividad ovárica.
También se han realizado prácticas en las que se administra progesterona en las yeguas post parto con la intención de retrasar la primera ovulación y aumentar la tasa de preñez; pero lo resultados no han sido lo suficientemente consistentes.
Por otro lado, enfocándose en mantener un útero en las mejores condiciones posible y sin cúmulo de fluidos; se realizan administraciones de oxitocina o prostaglandinas con la finalidad de aumentar las contracciones uterinas y mantenerlo sin fluido. Los lavados uterinos también son otras de las técnicas utilizadas para tratar de aumentar la tasa de concepción; buscando proporcionar un ambiente uterino óptimo.
La tasa de preñez en estos casos va a depender de como sucedió el parto; como se comentó anteriormente, que no haya habido ningún evento extraordinario el cual coloque en riesgo la capacidad uterina de reconocimiento materno y brindarle así un medio optimo al embrión. Se puede tener una menor tasa de fertilidad debido a una falla en la eliminación de agentes patógenos; por la involución uterina o por el servicio (Noakes y col., 2009).
Cuando se utiliza el Celo del Potro para servir a la yegua, se tiene normalmente un 10% a 20% menos de probabilidad de preñez que en los celos siguientes al primer estro post parto. (Brinsko et al.,2010)
Es importante tener todos estos parámetros en cuenta para tomar las decisiones correctas; conocer el historial de la yegua, edad, número de partos, etc. Mi recomendación es no usar el Celo del Potro para realizar inseminación Artificial con semen congelado o para una transferencia embrionaria, ya que con estas técnicas lo ideal es hacerlo en el momento donde mayor posibilidad de éxito exista.
Médico veterinario Eduardo Prado Carroz
Universidad del Zulia, Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV)
Agremiado del Colegio de Médicos Veterinarios del estado Zulia, nro. 2483
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